A través de este artículo queremos profundizar en los múltiples beneficios de practicar yoga en la naturaleza, ya que el contacto con el entorno natural potencia las sensaciones y la conexión con cada una de las respiraciones y asanas.
¿En qué nos ayuda practicar yoga en la naturaleza?
La práctica de yoga ayuda a equilibrar el cuerpo y la mente, lo que estimula nuestra capacidad de autocuración, aportando una serie de técnicas que nos ayuden a estar mejor a nivel físico, mental y emocional.
Por lo que el yoga podría ser definido como un estilo de vida que sana, cuida y fortalece el cuerpo, la mente y el espíritu a través de la práctica de las Asanas (posturas), la respiración (pranayama) y la meditación.
De ahí que, desde Yoga Vida, siempre motivamos a todas aquellas personas que se estén adentrando en esta disciplina, a incluirla en su día a día, y que el yoga se convierta en una forma de vida que les permita sentirse mejor.
4 beneficios de practicar yoga en la naturaleza en lo físico, mental y espiritual
Puesto que el yoga trabaja sobre tres áreas: cuerpo, mente y emociones, comprobaremos que los beneficios de su práctica se ven reflejados en estos tres niveles:
- Físico (fortaleza, resistencia, flexibilidad, postura, energía y salud)
- Mental (concentración, estabilidad emocional, paz, auto reconocimiento, desarrollo de la mente)
- Espiritual (sabiduría, libertad, integración e intuición)
Todos estos beneficios se verán incrementados cuando se realiza la práctica en un entorno de naturaleza. Pero ¿de qué forma?:
- La conexión con el presente: Uno de los objetivos de la práctica de yoga es la conexión con el momento presente, la naturaleza tiene ese poder de reconectarnos y liberarnos de todas las preocupaciones de nuestro día a día. Cuando practicamos yoga al aire libre conseguimos experimentar un estado de consciencia y presencia aún más plena. Mejorando nuestra atención y concentración en cada una de las respiraciones y asanas.
- Revitalizar nuestra energía, cuerpo y mente: nos ayuda a desconectar del estrés y del ritmo ajetreado de vida, y reconectar con nuestra paz y calma interior. Tenemos la oportunidad de sentir con mayor profundidad el aire puro que nos rodea, absorber la energía del sol y conectarnos a todos los elementos. Una oportunidad para restaurar el equilibrio interior.
- Mayor conexión con nuestro entorno: mientras practicamos cada una de las asanas o posturas de yoga, tomamos más consciencia sobre la interacción y conexión entre nuestro cuerpo y el entorno natural que nos rodea, una oportunidad para desconectar la mente, obtener mucha más claridad mental y relajarnos.
- Profunda conexión con nosotros y lo Superior: la práctica del yoga en la naturaleza nos invita a reconectar con nuestra esencia más profunda. Mientras respiramos el aire fresco, escuchamos el susurro de las hojas y sentimos la tierra bajo la planta de nuestros pies, lo que nos ayuda a sumergimos en una experiencia que nos recuerda nuestra interconexión con nosotros y con todo lo que nos rodea.
Conclusión
Como hemos podido descubrir a lo largo de este artículo, la práctica de yoga es mucho más que una simple actividad física, ya que trae equilibrio a nuestra vida, que es el estado necesario para que el cuerpo físico y la energía de nuestro cuerpo estén libres de bloqueos y pueda funcionar en su máxima capacidad.
Pero, además, cuando se practica en la naturaleza, se convierte en una experiencia única y transformadora que nos abre a la conexión con la armonía del entorno, y trae paz y sanación a nuestro cuerpo, calma nuestra mente y nutre nuestra alma.
Si te gustaría vivir esta experiencia transformadora, te invitamos a que descubras nuestro Centro de Yoga en la Naturaleza, en plena sierra norte de Sevilla, donde organizamos retiros y formaciones de yoga. Estaremos encantados de abrirte las puertas de nuestro Ashram.